martin... en viaje

todo relato empieza con un movimiento, desestabilización del personaje. en este caso, un viaje, una mudanza, periplo. de esto se trata: obviedades y petulancias: un portenio en córdoba

sábado, marzo 31, 2007

Satori

A qué se parece la vida
sino a correr
bajo la lluvia

martes, marzo 27, 2007

Esas dudas que nadie me saca

¿Córdoba es la segunda ciudad más importante del país o la tercera?
¿Es verdad que las piernas de Brad Pitt que aparecen en "Troya" son de un doble?

¿Por qué somos todos re progres pero a fin de cuentas terminamos trabajando para multinacionales o para un Estado negrero?
¿Se va a reunir Soda Stereo? ¿Y Menudo? ¿Y Los caballeros de la quema?
¿Mel Gibson es un buen director?
¿Volverán este invierno los jeans nevados? ¿Y los negros calce profundo?

¿El próximo presidente va a ser a penguin?
¿Quién mató a la Belsunce? ¿Y a la Dalmasso? ¿Y a las viudas de los jueves?

¿Y a la Tota? ¿Y a Pier Paolo? ¿Y a Juan Castro?
¿Y a Rosendo? ¿Y a Rodolfo?
¿Todo camino puede andar / con tanta sangre alrededor?

¿Por qué no me gustan los últimos discos de Páez y García?
¿Es condición sine qua non, para tener un blog, ser amigo o defensor o propagandista o feliz lector de Washington Cucurto?
¿Coca cola sacará algún otro fracaso?
¿Dios es una máquina de humo?
¿Dónde está Julio López?
¿Aún es posible la Revolución?

sábado, marzo 24, 2007

Modernidad no tienes dueño...

Uno quiere ser contemporáneo pero siempre es cuesta arriba. Aún me quedan discos de los Who por escuchar y ni que hablar de Cafrune o Dylan. Y uno quiere pero cuando hay tiempo no hay plata y cuando hay plata no hay tiempo. No termino de fascinarme con los últimos descubrimientos (Coetzee, Old Boy, Mars Volta, Lost, Houellebecq, Queen of the stone age) que ya vuelvo a quedar atrasado, fuera de onda.
"Refugiate en los clásicos, pibe, es lo mejor que podés hacer ante el acecho de la modernidad y su correlato, la velocidad", dice mi abuelo, que no cree en la posmodernidad. "Ya lo creo, nono, ahí tengo Recuerdos de provincia y todo Leopoldo Alas". "Plutarco, pibe, Aristófanes, Trakl, Dosotoievsky". "Sí, abuelo". "Claro, ahora todo pastiche, todo como mal ulyseado, pegatina y refrito". "A mí tampoco me gusto lo posmoderno, nono". "Sí, son todos una manga de putos", me dice, aunque me parece que no alude directamente a mí. Me tiento de responderle que no todos, Baudrillard (qepd) tengo entendido que no, Fukuyama no se sabe, pero me callo. El abuelo escucha, en una pequeña Spika, cómo pierde de visitante el Deportivo Morón.

viernes, marzo 23, 2007

COMENTON: "Al final del día"



Desde hace díííías quiero subir este post (como ahora soy recinemaníaco me atraso)...
La peli de hace dos semanas se llamó "Al final del día" ("Om jag vänder mig om" en el original y "Breakday" en la versión gringa), proveniente de Suecia, 2003, dirigida por Björn Runge, con laureles en Cannes y buena crítica por toda europa.
Es un relato coral soportado básicamente en las relaciones familiares, con predominio de vínculos de pareja y en segundo orden de padre/madre - hijo/a. Los plots son tres y se van desarrollando en paralelo, no tienen más ligazón entre sí que lo referente al paisaje y a un cruce espacio temporal hacia el final del film (momento de la encrucijada, resolución narrativa).
Me parece que los perfiles de los personajes, de la mano de las interpretaciones, son muy interesantes. Y las historias también, aunque explicadas aquí pueden sonar pomposas o muy de 'manual de tramas posmo': La señora madura (me hizo acordar tanto a la Lapacó) que no puede reconstruir su vida tras ser abandonada por su marido después de años de casada (la deja, después de un accidente de tránsito, al volver de las bodas de plata, por su fisioterapista). El workaholic albañil, con aires de rocker, cuya familia le reclama presencia en el hogar en tanto que es contratado por un matrimonio de ancianos para que les tapie la casa por miedo a la inseguridad. Y la historia que completa el friso, finalmente, es la de un cirujano irrefrenable (compra, miente, coge, cocina, habla compulsivamente) en el pico de su caída profesional, vincular, económica.
La cámara me parece ajustada, no abusa de la tentación de retratar el paisaje frío, se muestra en todo caso, a través de los personajes. La banda aparece en el mismo tono, una canción usada en momentos diferentes, con letra con mensaje, que si bien no molesta tampoco aporta demasiado.
Ahora bien, no puedo evitar preguntar: qué necesidad de un final feliz (porque la peli termina bien). No es que uno se oponga porque sí a los happy ending, solo que no me parece justo en ésta. No le hace justicia y me parece que desperdicia gran parte del trabajo de los primeros 90 minutos.
Será que el final viene en relación con el título y que el ocaso puede ser un punto de fuga feliz en algún tipo de clave new age que no comprendo, un volver a empezar, una luz.

Será que me parece que estos personajes merecían un destino un poco más oscuro y más humano que el que finalmente tuvieron al cerrarse el guión.

miércoles, marzo 21, 2007

electron, feria, inflación

Cómo algunos sabrán, desde hace unos pocos meses, tengo cuenta bancaria. Después de casi tres décadas de vida, una cuenta bancaria. Qué vida.
Así me pagan en donde trabajo actualmente: con una tarjetita que puedo usar para sacar dinero de unas cajas metálicas que a veces tienen una luz verde como boca y que están en la entrada de los bancos. Odio los bancos. Los bancos deben ser estallados, saqueados. No son lugar para que uno los visite mes a mes como a un agente de sanidad, una tienda de golosinas, un confesionario.
La tarjeta se llama de débito y permite suplantar los billetes en algunos negocios. Uno se acostumbra a usarla y es tremendo, la pequeña economía se descalabra sin más. Vas al súper, a cenar con tu pareja, a la librería: todo es ese carton con números apilados de a cuatro.
La librería: no puedo hallar en esta ciudad, aún, una feria de libros, una barata piola. Entonces es pasar por tiendas, ora más de novedades, ora de saldos, un recorrido estrecho por la peatonal. Inefectiva y sin efectivo (ese plastiquito late en el bolsillo). Ayer fue Coetzee, mañana Pynchon, pasado Mishima, y así no hay asalariado que pueda sostenerse en este momento inflacionario.
Extraño Parque Rivadavia, Los cachorros, el Ejército de Salvación: los pilares de mi esforzada biblioteca de lumpen barrial cultivado. No quiero extrañar pero el lagrimón se pianta.
Ahora que me he vuelto un experto en economía casera ando persiguiendo otra feria: la de frutas y verduras que va girando por toda Nueva Córdoba. Igual me juro que antes de agotar mi último Roca violeta en la cuenta voy a comprarme "Tartabul" o "Las olas". Tengo un pan lactal y dos latas de paté de foie y dos de picadillo del diablo para tirar hasta el cuarto día hábil del próximo mes.

martes, marzo 13, 2007

la luna de marzo


cuando era niño y en mi casa se escuchaban unos casetes (emi fon o cbs) de mi hermana mayor (especialmente charly garcía), había un tema (que no era del bigote sino de pedro aznar) que se llamaba como el título de esto, que era instrumental y me parecía como música de droga, como grabada en la luna pero vía una cosa medio hachís u opiácea, una música roja si es que la sinestesia me soporta, roja y crepuscular (todo esto sucede en mi infancia, o sea antes de escuchar a barrett syd o a zappa frank).

bueno, esa es la imagen. tras la evocación, la explicación: marzo es como un otoño-naciente. acá hace un calor y uno se pone colorado de solo caminar por los bulevares o la cañada. hojas amarillas por las calles no hay. es que marzo después de la comprobación multicientífica de la existencia del efecto invernadero no es lo que solía: ahora es verano puro. pero pensar mi infancia es patear hojas crujientes por la avenida de las monjas, donde en verano juntaba en las moras gusanos de seda para llevar en cajas de zapatos al jardín. saltas sobre hojas con un sweater rayado o a rombos, un poco ridículo aunque ahora vuelva a estar de moda.

creo no ser claro: me rasqué los huevos, me descerebré durante los últimos cuatro meses y ahora quiero hacer algo importante, por ejemplo, darle vida a este intento de bitácora.
(es que quiero estar en contacto con los amigos).
quién es el que dice que la literatura no es más que un club de amigos extemporáneos, una sociedad pública y secreta en la que hombres y mujeres se escriben cartas dardos chanzas. ¿sloterdijk?

que me publiquen este diario después de muerto: fijate sino qué divertido cómo se revuelve borges en la tumba ahora que publicaron el de bioy, o cómo las familias de alguna amante de la sontag hacen lo propio tras la salida de sus memories.

prometo que en la próxima aparición le saco el cuero a alguien.