martin... en viaje

todo relato empieza con un movimiento, desestabilización del personaje. en este caso, un viaje, una mudanza, periplo. de esto se trata: obviedades y petulancias: un portenio en córdoba

domingo, febrero 26, 2012

Trabajo con mis emociones.

Estoy sentado en el patio

con mis piernas cruzadas y dejo

que salga el aire, me identifico

con el limonero que está frente a mí

con el gorrión que se apoya y toma

impulso. Soy un gorrión. Soy

el limonero. Fluir de la conciencia

un pelotudo jugando a la meditación si saliera mi vieja y me viera diría qué chico más imbécil perder el tiempo de esta forma sería para darle la razón a la vieja no se le discute aunque leía ayer que cada vez hay más casos de padres golpeados el flagelo de la droga decía el diario yo nunca le pegué a la vieja será porque las sustancias o porque no me animo capaz esto último

Doctora intenté el ejercicio

del patio. Incluso en un momento

hasta me quedé sin ropa pero

nada. No pude conectar con

el paisaje. ¿Estoy bloqueado

emocionalmente, es eso?

Pensaba en el gorrión

en el limonero.

A un compañero de laburo

le decíamos Gorrión porque

la mujer lo pasaba con el

supervisor. Lo pasaba o sea

lo engañaba, se curtía al jefe.

El gorrión es un pájaro de

mierda, un mal símbolo, porque

no tiene códigos. Doctora

¿estoy equivocado? ¿Se puede

perdonar a una mujer así?


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