martin... en viaje

todo relato empieza con un movimiento, desestabilización del personaje. en este caso, un viaje, una mudanza, periplo. de esto se trata: obviedades y petulancias: un portenio en córdoba

lunes, diciembre 30, 2013

Andy dice

(…) De modo que tuve un increíble número de roomates. Aún hoy, casi todas las noches, cuando salgo por New York me encuentro con alguien que compartió alguna habitación conmigo y que invariablemente le explica a mi pareja: “Yo vivía con Andy”. Siempre me pongo blanco ˗quiero decir, más blanco-. Cuando esto ocurre varias veces, mi pareja no puede imaginarse cómo pude haber vivido con tanta gente, sobre todo porque sólo me conoce como el solitario que soy. Ahora bien, la gente que me imagina como el habitué de las fiestas de los años senta que tradicionalmente llegaba con una corte de como mínimo seis personas, puede preguntarse cómo me atrevo a llamarme “solitario”; por tanto, permítaseme explicar lo que quiero decir, y por qué es verdad. En las épocas de mi vida en que más sociable me sentía y que más amistades íntimas buscaba no pude encontrar a nadie que me aceptara, de modo que cuando estaba solo era precisamente cuando menos quería estar solo. En el momento en que decidí que prefería estar solo y no contarle a nadie mis problemas, todos los que antes ni siquiera había visto empezaron a perseguire para contarme cosas de las que acababa de decidir que mejor sería no saber nada. Tan pronto como me convertí en un solitario en mi propia mente, conseguí lo que podría llamarse “corte de seguidores”.
Tan pronto como dejas de querer algo, lo consigues. He descubierto que esto es algo absolutamente axiomático.



The Philosophy of Andy Warhol

viernes, diciembre 27, 2013

LENGUADO


ahí estabas anoche 
subiendo
las escaleras de un caserón
que nunca habitamos


tenías los ojos de lado


¿en qué pensabas
tan
concentradamente?

en el fondo había agua
un paisaje platino

vos abrazabas
esto que ahora
queda de mí

¿cuándo te fuiste cómo

pasó?


luna
luna menguante
llevame arriba 
también