martin... en viaje

todo relato empieza con un movimiento, desestabilización del personaje. en este caso, un viaje, una mudanza, periplo. de esto se trata: obviedades y petulancias: un portenio en córdoba

sábado, agosto 21, 2010

Diario de viaje. BA 0.3

Mientras esperamos la pizza acompaño a mi mamá a comprar pinceles a un todo-por-dos-pesos, de los pocos chinos que sobrevive en estos tiempos sin uno-a-uno. “Comprate algo” me dice, pero no necesito nada de lo que veo ahí. Mas, luego entran dos muchachos. A uno no lo conozco, al otro sí. Hablamos mucho en un tiempo, por medios virtuales. Nos gustábamos supongo, al menos él me gustaba, me gusta. Pero no se dio. Una vez lo encontré muy borracho en un boliche innombrable. Me contó que estaba por filmar una peli, estaba muy borracho. Y no se dio. Algunos años después vi la película. No voy a decir el nombre del film, que además es de esos de los que uno solo ve escenas y adelanta el resto, y no recuerda el nombre ni el chiste del nombre. Sí vale acotar que es una de esas que se filmaron en seguidilla cuando algunos gringos descubrieron lo friendly que podía ser Baires y la abundancia y disponibilidad de buena carne. En fin, el muchacho en cuestión, acá en el chino, ahora, a tres metros de mí, me parece más flaco de lo que lo recordaba en la movie, menos musculoso tal vez. Jean azul, campera de jean, remera blanca: el basic de un taxi. Sin embargo se mueve con blandura de amor, habla en un medio tono con su acompañante: ahí evidentemente no hay negocio. “Agarre una galleta de la fortuna” dice la señora detrás de la caja registradora. Mi mamá está en el fondo del local, los muchachos van saliendo, solo quedo yo. La miro, extiendo la mano, muerdo. Antes de leer pienso otra vez en la improbabilidad de encontrarme en esta geografía kitsch y remota con un pibe con el que fantaseé en el pasado, protagonista de un DVD hablado en improbable argentino y subtitulado en inglés. ¿Daniel? ¿Matías? ¿Importa? ¿No son todos nombres de guerra? Me acuerdo lo ridículo del guión de la escena que protagoniza en un motel haciendo de chico de alquiler. Y ahora acá de la mano de otro chico en una escena neoporteña integrista. En mi mano una tarjeta de precisa caligrafía. “EL AMOR ES UN MAL NEGOCIO”. Le sonrió a la china pero ella ni me mira ni sonríe.

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