OTRO
Acaso como la lejana (Alina Reyes es la reina y...) o el Luc de "Una flor amarilla" de Cortázar, esta noche encontré mi otro, mi espejo al otro lado del puente. Americano también, en este caso de Trujillo,Venezuela, mi doble espejado por las magias del Google (y por la voluntad de memoria blogger de Rogelio Gil "nacido en los higuerones de Mitón"), mi doble muerto.
Martín Araujo, alias Martincito, popular personaje que es así recordado por sus coterráneos:
Se caracterizaba por ser una persona de corta estatura 1,30 cm. Aproximadamente, sus trabajos era hacer mandados o buscar leña; asistía a misa todos los domingos, comulgaba y daba la limosna. Le gustaba asistir a velorios y rezos, se echaba los traguitos de vez en cuando y bailaba; cuando se alegraba siempre se le escuchaba decir muy orgulloso "yo soy Martín Araujo".
Se calcula que vivió en Mitón como 80 años, nunca tuvo cedula de identidad y el medico que lo atendió a la hora de su muerte, comentó que debía tener como unos 110 años.
Apabullante. Tanto como pisar una flor amarilla, o quedarse solo y con el zapato lleno de nieve en Budapest.
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