A la memoria de Mario Merlino
Memoriter
pues que los partos son volver atrás
rever la tarde franca que consiente
un animal amor en taxi llano
tal vez morir vulgar o exquisitísimo
a la hora de abrirse a la aventura
de ser dos a la trasluz de la bodega
tal vez morir consciente de las voces
sorprendidas de un niño
que tan buscón a su edad
tan rapto su deseo
de transitar axilas
de abrir surcos de mar bajo las ingles
eligiendo el rincón más oscuro del desván
entre pilas de libros manoseados
con imágenes húmedas de cuerpos
sagradamente oscuras en bajos anaqueles
por las que Yo temblaba
y hacía los ensalmos oportunos
sabios ensalmos próximos al centro
de una verdad buscada en indecisos
canalones al borde del tejado
al borde del avismo de la calle
vacía en horas trinas
llena de resquemor a medianoche
cuando los paseantes miraban hacia arriba
me veían gateando por las tejas
me gritaban afanes astronautas
Yo caía volando hacia sus brazos
tal como un ave fénix de papel
que ardía y renacía en multitudes
que ardía y renacía como el tiempo
de ser menor de edad a toda costa
descubriendo su sexo en brazos firmes
su sexo en butacas de los cines
capitán marvel Yo de las rodillas
desde el suelo subiendo hasta las tejas
desde el pie del pupitre
desde el horror a las líneas divisorias
desde que se le dio tocar al hombre
que por ser
yo no era todavía
Extraído del libro Missa Pedestris, Madrid, Editorial Verbum, 2000.
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