Un Poema Oriental (by M. Araujo)
En la hora del vino
vamos tomados de las manos
hasta la luna del rito
bahía de agua circular
nave blanca
como si la noche fuera
cierta forma de la luz
Dejándonos reposar junto a la ría
bebiendo en silencio, los ojos cerrados
la respiración de la ceremonia asiendo el mundo
Así en el arco de la noche
a través de nuestros cuerpos
la extensión del estuario
la música del vino
como una cuerda filosa
abre las manos, las fuentes
deja a la brisa subir, entrelazarse
y dar ceniza hasta que el día
apaga la luna, desde adentro
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